sábado, 1 de enero de 2011

Breves apuntes sobre religión romana (II)

Los magistrados son los encargados de regular las relaciones del populus con los dioses, y tienen iniciativa cultual en algunos casos como la toma de auspicios[1], sacrificios regulares o dedicatorias. Sin embargo, son los sacerdotes los depositarios y gestores de la tradición religiosa y sus instrumentos de culto, de los sacra. De número limitado y con cargo vitalicio, forman colegios sacerdotales, unidos a la ciudad y al sistema político. Los sacerdotes de estas “magistraturas” religiosas gozan de un enorme poder y control sobre la sociedad romana. Su acción se centraba tanto en la dirección de las ceremonias sagradas como en el control de la legitimidad político-religiosa. Los pontífices, encabezados por el pontífice máximo, eran la más alta autoridad religiosa de Roma. Por otro lado, el colegio de augures, encargados de la toma de auspicios, controlaba las relaciones entre lo divino y la civitas con un prestigio antiquísimo que les dotaba de un enorme poder respecto al más cambiante poder político.
Los dioses romanos son en cierto modo ciudadanos, aunque especialmente ilustres: habitan en el centro de Roma, poseen un fragmento de tierra con una “vivienda” y participan en los actos públicos[2]. Son los magistrados (censores) los que administran sus propiedades. La mayoría de los dioses romanos nacen cuando son instalados por un magistrado. No existirían así dioses públicos romanos antes de la creación del Estado romano, sino que todos tienen un fundador conocido, cuando no se trata del propio Rómulo o de Numa Pompilio, considerado el fundador de la religión pública.  





Lar danzante. Museo Centrale Montemartini



[1] Del latín “auspicium”, literalmente “contemplación de las aves”. Cualquier señal divina percibida visualmente.  Eran los augures los encargados de su interpretación. Éstos llevan el lituus, bastón corto rematado en forma curva de origen etrusco, que utilizaban para delimitar el espacio sagrado en la toma de auspicios.
[2] SCHEID, J; La religión en Roma. Ed. Clásicas, Madrid, 1991.

No hay comentarios:

Publicar un comentario